¿Qué documentos deben acompañar una obra de arte?

Todas las piezas deben, llevan consigo la documentación que te permitirá demostrar la trazabilidad de la pieza desde su creador. Así mismo es importante contar con una factura de compra de la obra (CFDI) y un certificado de autenticidad firmado por el artista.

Aún conocido como factura electrónica, o CFDI es el Comprobante Fiscal Digital por Internet es un documento con validez legal que cuenta con un identificador exclusivo. Un CFDI válido requiere:

• Apegarse a las especificaciones del S ervicio de Administración Tributaria.
• Generarse, transmitirse y resguardarse por vía electrónica.
• Ser timbrado por un Proveedor Autorizado de Certificación (PAC). 

¿Qué es un certificado de autenticidad?

El Certificado de Autenticidad es un documento oficial que demuestra que la obra en cuestion es genuina y auténtica. Es una herramienta útil para probar la procedencia de una obra, la calidad, y asegura al comprador que ha sido elaborada por un artista determinado y con esto se previene la falsificacion de la obrea.

Cuando una obra se vende el certificado de autenticidad suele ser uno de los primeros documentos que se entregan al comprador debe estar firmado por el artista de su puño y letra.

¿Qué es la trazabilidad?

Es importante no solo conocer el origen de una obra de arte, sino poder demostrarlo con documentos legales, para que en un futuro que se desee vender la pieza, los documentos avalen el origen de obra con lo cual se demuestra la autenticidad de la misma.

¿Cuáles son los beneficios que tengo al recibir una factura por la compra de una obra?

Podrás pedir tu CFDI a nombre de tu empresa e incluirla como parte de los activos contables de tu empresa, en caso contrario podrás tener la deducibilidad de todos los impuestos que contiene la factura.

¿Como funciona el programa inversionistas en sociedad?

Es un programa que permite el retorno de inversión a mediano plazo, por medio del cual se incentiva a los coleccionistas a adquirir una obra original, y recibir el 10% de las posteriores ventas del tiraje piezográfico que acompaña a esta pieza original. De forma tal, que la inversión primaria queda devuelta casi en su totalidad y en algunos casos duplicada, dependiendo del artista y el tiraje.